Descubre los mejores lugares que ver en Abu Simbel, así como la mejor forma de llegar desde Asuán.
Abu Simbel es uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos de Egipto, conocido por sus impresionantes templos tallados en roca construidos durante el reinado del faraón Ramsés II en el siglo XIII a.C. Situado en la región de Nubia, cerca de la frontera con Sudán, Abu Simbel fue diseñado no solo como un monumento para honrar a los dioses egipcios, sino también para conmemorar las victorias militares de Ramsés II y demostrar su poder a los pueblos vecinos. El sitio consta de dos templos principales: el Gran Templo, dedicado a los dioses Amón, Ra-Horajti, Ptah y al propio Ramsés II, y el Pequeño Templo, dedicado a la diosa Hathor y a la reina Nefertari, esposa favorita de Ramsés II.
En la década de 1960, el complejo de Abu Simbel fue reubicado en una operación monumental de ingeniería para salvarlo de las aguas del lago Nasser, un embalse creado por la construcción de la presa de Asuán. La reubicación, patrocinada por la UNESCO, implicó cortar los templos en bloques y trasladarlos a un sitio más alto, donde fueron reconstruidos piedra por piedra. Esta hazaña de ingeniería moderna es considerada uno de los logros más grandes en la conservación del patrimonio cultural.
Lugares que ver en Abu Simbel
1. El Gran Templo
Una de las características más notables del Gran Templo de Abu Simbel es su fachada, dominada por cuatro colosales estatuas de Ramsés II, cada una de más de 20 metros de altura. Estas estatuas están talladas directamente en la roca y se cree que están diseñadas para impresionar y mostrar la grandeza del faraón tanto a los súbditos como a los enemigos. Dentro del templo, las paredes están cubiertas de relieves que representan escenas de las victorias militares de Ramsés II, especialmente su famosa Batalla de Kadesh contra los hititas.
Una de las curiosidades más sorprendentes de Abu Simbel es el fenómeno solar que ocurre dos veces al año, durante el cual los rayos del sol penetran en el santuario interior del Gran Templo e iluminan las estatuas de los dioses Amón, Ra-Horajti y Ramsés II, dejando a Ptah, el dios de la oscuridad, en la sombra. Este fenómeno, conocido como el "milagro del sol", ocurre aproximadamente el 22 de febrero y el 22 de octubre, fechas que se cree que corresponden al cumpleaños y la coronación de Ramsés II. Este efecto solar demuestra el avanzado conocimiento de astronomía y arquitectura de los antiguos egipcios.
💰 Entrada: 600 EGY (900 EGY los días 22 de febrero y octubre), incluye el acceso a ambos templos. No es necesario (ni posible) reservar la entrada de forma anticipada. El importe debe pagarse en efectivo en la taquilla del templo, si bien en la mayoría de excursiones guiadas la entrada está ya incluida en el paquete turístico.
2. Templo de Nefertari
Este templo está dedicado a la diosa Hathor y a Nefertari, la esposa favorita del faraón. Es notable por ser uno de los pocos templos del Antiguo Egipto dedicado a una reina y por la forma en que Nefertari aparece representada casi al mismo nivel que Ramsés II, algo poco común en el arte egipcio. La fachada del templo cuenta con seis estatuas colosales, cuatro de Ramsés II y dos de Nefertari, todas de igual tamaño, lo cual refleja la importancia y la alta estima en la que el faraón tenía a su reina. Cada una de estas estatuas mide alrededor de 10 metros de altura. En el interior, el templo está compuesto por una sala hipóstila con pilares decorados con la imagen de Hathor, quien se asocia con la música, la alegría, el amor y la maternidad. Los relieves y las pinturas en las paredes muestran escenas de Ramsés II y Nefertari haciendo ofrendas a los dioses, así como representaciones de la reina participando en ceremonias religiosas.
💰 Entrada: 600 EGY (900 EGY los días 22 de febrero y octubre), incluye el acceso a ambos templos. No es necesario (ni posible) reservar la entrada de forma anticipada. El importe debe pagarse en efectivo en la taquilla del templo, si bien en la mayoría de excursiones guiadas la entrada está ya incluida en el paquete turístico.
Cómo llegar a Abu Simbel desde Asuán en transporte público
Existen dos opciones para llegar a Abu Simbel desde Asuán utilizando el transporte público, cada una con sus propias ventajas y consideraciones en cuanto a tiempo, coste y experiencia. La primera opción es el viaje por carretera en autobús o minibús. Esta es una de las formas más populares de llegar a Abu Simbel debido a su relativa conveniencia y coste asequible. Los autobuses y minibuses suelen salir temprano en la mañana desde Asuán, formando parte de un convoy escoltado para garantizar la seguridad de los pasajeros durante el trayecto a través del desierto nubio. El viaje por carretera dura aproximadamente tres horas y ofrece a los viajeros la oportunidad de disfrutar del paisaje desértico y experimentar de cerca la vastedad del sur de Egipto. Puedes reservar de forma anticipada tu asiento como parte de un tour de un día acompañado por un guía de habla española pulsando AQUÍ.
La segunda opción es viajar en avión desde el aeropuerto de Asuán al aeropuerto de Abu Simbel. Esta es la forma más rápida y cómoda de llegar, ya que el vuelo dura solo unos 30 minutos. Sin embargo, los vuelos son más costosos en comparación con las otras opciones y la disponibilidad de asientos puede ser limitada, especialmente durante la temporada alta de turismo. También puede hacerse volando desde El Cairo.
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