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Fundada en 1372, Phnom Penh debe su nombre a la colina "Phnom Daun Penh" (Colina de la Señora Penh). La leyenda cuenta que una mujer llamada Penh encontró cuatro estatuas de Buda y una de Vishnu en el río Tonlé Sap, y decidió construir una pagoda en la colina para albergarlas. Este lugar, Wat Phnom, sigue siendo, en la actualidad, uno de los sitios más venerados de la ciudad.
Aunque Phnom Penh no fue la capital del Imperio Jemer, jugó un papel importante después de la caída de Angkor en 1431, cuando invasores siameses arrasaron esa magnífica ciudad. Con la destrucción de Angkor, la capital del reino jemer se trasladó varias veces, incluyendo a Phnom Penh, Lovek y Oudong, hasta que finalmente, en el siglo XIX, Phnom Penh se estableció como la capital permanente. Durante el periodo post-Angkor, Phnom Penh creció considerablemente. Sin embargo, fue la colonización francesa en el siglo XIX la que realmente transformó la ciudad. En 1863, Camboya se convirtió en un protectorado francés, y los colonizadores se dedicaron a modernizar Phnom Penh. Construyeron carreteras, puentes y elegantes edificios coloniales que aún a día de hoy embellecen la ciudad. Los franceses trajeron infraestructura moderna como agua potable, electricidad y un sistema de alcantarillado, haciendo de Phnom Penh un centro administrativo y comercial clave.
Con la independencia de Camboya en 1953, Phnom Penh vivió una era dorada bajo el liderazgo del rey Norodom Sihanouk. La ciudad se convirtió en un símbolo de esperanza y progreso. Sin embargo, las turbulencias políticas y la Guerra Civil Camboyana llevaron a la toma de poder por los Jemeres Rojos en 1975. Durante el régimen de los Jemeres Rojos, la ciudad fue evacuada a la fuerza sin previo aviso y quedó casi desierta. Este grupo, liderado por Pol Pot, intentó transformar Camboya en una utopía agraria y eso incluía el vaciado de las ciudades, al considerar que la vida urbana era incompatible con la ideología comunista. Phnom Penh sufrió enormemente, con una gran pérdida de vidas humanas (aproximadamente 2 millones de personas) y la destrucción de muchos edificios.
Después de la caída de los Jemeres Rojos en 1979 tras la invasión militar vietnamita -apoyada por la Unión Soviética-, Phnom Penh comenzó un largo camino de recuperación. Poco a poco, la ciudad se repobló y con ayuda internacional, se reconstruyeron infraestructuras y servicios. En las últimas décadas, Phnom Penh ha experimentado un crecimiento rápido y un resurgimiento económico impresionante. Hoy, es el corazón político, económico y cultural de Camboya.
Lugares que ver en Phnom Penh
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1. Palacio Real (ព្រះបរមរាជវាំងចតុម្មុខមង្គល)
El Palacio Real de Phnom Penh, un majestuoso complejo situado junto al río Tonlé Sap, es un símbolo prominente de la monarquía camboyana y una de las atracciones más importantes del país. Construido en 1866, durante el reinado de Norodom, el Palacio Real marca el establecimiento de Phnom Penh como la capital del reino después de años de inestabilidad y cambio de sedes reales.
El Palacio Real es una estructura impresionante que combina la arquitectura jemer tradicional con influencias francesas, reflejando el período colonial en el que fue construido. El complejo incluye varios edificios y salas importantes, como el Salón del Trono, la Pagoda de Plata y la residencia real, cada uno con su propio propósito ceremonial y funcional. Históricamente, la monarquía camboyana ha jugado un papel crucial en la cohesión y estabilidad del país. Durante el período de Angkor, los reyes eran vistos como deidades vivientes y sus mandatos eran considerados divinos. Esta tradición continuó, aunque con altibajos, a lo largo de los siglos. Con la colonización francesa en el siglo XIX, la monarquía camboyana fue en gran parte simbólica, aunque los reyes mantuvieron cierta influencia cultural y espiritual sobre la población.
El rol de la monarquía camboyana se transformó significativamente durante el siglo XX. Bajo el rey Norodom Sihanouk, la monarquía tomó un papel activo en la política del país. Sihanouk, una figura carismática, fue instrumental en la lucha por la independencia de Camboya de Francia en 1953. Posteriormente, su reinado estuvo marcado por su intento de mantener una política de neutralidad durante la Guerra Fría, aunque su destitución en 1970 por un golpe de estado respaldado por Estados Unidos llevó a años de guerra civil. Durante el régimen de los Jemeres Rojos (1975-1979), la monarquía fue abolida y la familia real sufrió persecuciones. Sin embargo, con la caída de los Jemeres Rojos y el fin de la ocupación vietnamita, la monarquía fue restaurada en 1993. El rey Norodom Sihanouk volvió al trono, aunque en un papel más ceremonial bajo la nueva constitución que estableció una monarquía constitucional.
En la Camboya moderna, la monarquía sigue siendo una institución venerada y simbólica. El Palacio Real de Phnom Penh sigue siendo la residencia oficial del rey y un lugar donde se llevan a cabo importantes ceremonias y eventos nacionales.
2. Museo Nacional de Camboya (សារមន្ទីរជាតិ)
Fundado en 1920 durante la era colonial francesa, el Museo Nacional de Camboya fue diseñado por el arquitecto francés George Groslier, quien también fue un destacado historiador de arte. El edificio del museo es un hermoso ejemplo de la arquitectura jemer tradicional, con sus distintivos techos inclinados y elaboradas decoraciones que evocan los templos antiguos. La colección del Museo Nacional de Camboya alberga más de 14,000 objetos, abarcando desde la prehistoria hasta los periodos jemer y post-jemer. Entre sus tesoros más valiosos se encuentran esculturas, cerámicas, objetos etnográficos y piezas de bronce. La colección incluye algunas de las obras más importantes de la civilización jemer, muchas de las cuales provienen del antiguo imperio de Angkor, una civilización que floreció entre los siglos IX y XV.
El museo también desempeña un papel crucial en la preservación y restauración de artefactos históricos. Durante los turbulentos años del régimen de los Jemeres Rojos y la subsecuente guerra civil, muchas piezas fueron dañadas o saqueadas. Sin embargo, el museo ha sido fundamental en los esfuerzos de recuperación y restauración, trabajando con expertos internacionales para devolver y conservar estos valiosos objetos.
3. Monumento a la Independencia (វិមានឯករាជ្យ)
Inaugurado en 1958, el monumento conmemora la independencia de Camboya del dominio colonial francés, obtenida el 9 de noviembre de 1953. La lucha por la independencia de Francia estuvo marcada por varios factores y acontecimientos clave. Durante la Segunda Guerra Mundial, el debilitamiento del poder francés en Indochina debido a la ocupación japonesa generó un entorno propicio para los movimientos nacionalistas en la región. En Camboya, el sentimiento nacionalista creció, alimentado por el deseo de autonomía y la influencia de movimientos independentistas en países vecinos.
Aprovechando el contexto de posguerra y la presión internacional por la descolonización, el rey Sihanouk lanzó una extensa campaña diplomática para ganar el apoyo internacional y presionar a Francia. Esto, junto con la creciente presión de los movimientos nacionalistas dentro del país y la situación geopolítica global, llevó a que Francia finalmente aceptara la independencia del país de manera pacífica, sin el derramamiento de sangre que caracterizó otros procesos de descolonización.
4. Museo Tuol Sleng (សារមន្ទីរឧក្រិដ្ឋកម្មប្រល័យពូជសាសន៍ទួលស្លែង)
El Museo Tuol Sleng, también conocido como S-21, es uno de los testimonios más impactantes y perturbadores de los crímenes cometidos durante el régimen de los Jemeres Rojos en Camboya. Lo que originalmente era una escuela de secundaria fue convertido en un centro de detención y tortura en 1975, tras la toma de poder de los Jemeres Rojos. Miles de camboyanos, incluyendo hombres, mujeres y niños, fueron encarceladas, interrogadas, torturadas y ejecutados en sus instalaciones
Los prisioneros eran fotografiados a su llegada, se les asignaba un número, se les despojaba de sus ropas y se les obligaba a usar uniformes de prisión. Asimismo, eran encadenados al suelo o a la pared y sufrían condiciones de vida infrahumanas, con una alimentación mínima y prácticamente sin acceso a cuidados médicos. La tortura en Tuol Sleng era rutinaria y extremadamente violenta. Los métodos utilizados incluían descargas eléctricas, ahogamiento simulado, extracción de uñas, quemaduras y golpes severos.
Una vez que los prisioneros habían confesado, eran trasladados al campo de exterminio de Choeung Ek, a unos 15 kilómetros de Phnom Penh, donde eran ejecutados. Las fosas comunes en Choeung Ek son un sombrío recordatorio de las atrocidades cometidas, con miles de cuerpos encontrados y más aún por descubrir. En 1979, cuando el régimen de los Jemeres Rojos fue derrocado por las fuerzas vietnamitas, S-21 fue descubierto y transformado en un museo para preservar la memoria de las víctimas y educar a las futuras generaciones sobre el horror del genocidio.
5. Templo de Langka (វត្តលង្កាព្រះកុសុមារាម)
Fundado en 1442, durante el reinado de Ponhea Yat, el templo se estableció como un centro de aprendizaje y un santuario para los monjes. Su nombre hace referencia a una antigua historia budista de la isla de Sri Lanka, que subraya la conexión del templo con el budismo Theravada, la corriente predominante en Camboya. Las estructuras del templo combinan la arquitectura tradicional jemer con influencias más modernas, creando un entorno sereno y espiritual.
El régimen de los Jemeres Rojos (1975-1979) marcó uno de los períodos más oscuros para Wat Langka. Bajo el liderazgo de Pol Pot, el régimen emprendió una campaña brutal para erradicar la religión, el conocimiento y las tradiciones culturales del país. Durante este tiempo, muchos monjes fueron asesinados o forzados a abandonar sus votos, y el templo sufrió daños y saqueos. Sin embargo, a diferencia de muchos otros templos, Wat Langka logró sobrevivir en gran parte a esta devastación y fue utilizado como almacén por los Jemeres Rojos, lo que evitó su destrucción total.
Después de la caída de los Jemeres Rojos, Wat Langka, al igual que muchas otras instituciones religiosas, comenzó un proceso de reconstrucción y renovación. En los años 80 y 90, el templo fue restaurado y volvió a funcionar como un centro activo de práctica budista de forma ininterrumpida hasta nuestros días.
6. Monumento al Rey (ស្ដូបព្រះករុណា ព្រះបាទសម្តេច នរោត្តម សីហនុ "ព្រះបរមរតនកោដ្ឋ)
El Monumento al Rey Norodom Sihanouk en Phnom Penh es un monumento dedicado a una de las figuras más influyentes y carismáticas de la historia moderna de Camboya. Inaugurado el 11 de octubre de 2013, el monumento se erige en el parque de la Independencia, cerca del Monumento a la Independencia y del Palacio Real, y honra al Rey Norodom Sihanouk, quien desempeñó un papel crucial en la lucha por la independencia del país y en su historia contemporánea, tal y como se ha explicado a lo largo de este post.
7. Templo de Ounalom (វត្តឧណ្ណាលោម)
Fundado en 1443, este templo es el centro espiritual del budismo camboyano y ha servido como sede del Patriarca Supremo de la orden Mahanikaya. El templo fue fundado durante el reinado de Ponhea Yat, quien trasladó la capital de Camboya a Phnom Penh después de la caída de Angkor. Wat Ounalom fue construido como un monasterio y centro de enseñanza, destinado a promover el budismo Theravada, la tradición predominante en Camboya. Su nombre proviene de la palabra "ounalom", que se refiere al vello en la frente de Buda, un símbolo de la sabiduría y el conocimiento espiritual.
Tras la caída de los Jemeres Rojos, Wat Ounalom fue uno de los primeros templos en ser restaurado. Con la ayuda de la comunidad local e internacional, el templo recuperó su papel como centro espiritual y educativo. El complejo del templo incluye varias estructuras importantes, entre ellas la estupa principal que contiene una reliquia de una ceja de Buda, una de las razones por las que el templo es tan venerado. También cuenta con numerosas salas de oración, estatuas y frescos que representan escenas de la vida de Buda y la historia del budismo en el país.
8. Templo de Phnom (វត្តភ្នំដូនពេញ)
Este templo se erige sobre una colina artificial de 27 metros de altura y es el lugar del que la ciudad toma su nombre. La historia del Templo de Phnom se remonta al año 1372, cuando, según la leyenda, fue fundado por una rica viuda llamada Daun Penh. La historia cuenta que Daun Penh encontró una gran figura de Buda y otras estatuas de bronce en un tronco de árbol flotante en el río Mekong. Interpretando esto como un signo auspicioso, Daun Penh decidió construir una colina (phnom en jemer) y un santuario para albergar las sagradas reliquias. Esta colina artificial y el templo se convirtieron en un lugar de veneración y peregrinación para los budistas locales.
Wat Phnom ha sido reconstruido y renovado varias veces a lo largo de los siglos, con la estructura actual datando de 1926. El templo principal contiene una gran estupa que guarda las cenizas del rey Ponhea Yat, quien trasladó la capital a Phnom Penh en el siglo XV después de la caída de Angkor. El templo también juega un papel central en varias festividades budistas y eventos culturales de la ciudad. Durante el Año Nuevo Jemer y otras celebraciones importantes, el templo se llena de devotos que vienen a rendir homenaje, participar en ceremonias y disfrutar de las festividades.
9. Memorial Choeung Ek (មជ្ឈមណ្ឌលប្រល័យពូជសាសន៍ជើងឯក)
La visita al Memorial Choeung Ek es una experiencia profundamente conmovedora. Al llegar al lugar, uno se encuentra en un entorno tranquilo y sereno que contrasta fuertemente con la brutal historia que se desarrolló allí. Este campo de exterminio, situado a unos 15 kilómetros al suroeste de Phnom Penh, fue uno de los principales sitios de ejecución y entierro durante el régimen de los Jemeres Rojos entre 1975 y 1979. A medida que uno avanza hacia la entrada, se observa una gran estupa conmemorativa, que se erige como un monumento en memoria de las víctimas. Esta estupa, construida en 1988, contiene más de 5,000 cráneos humanos y otros restos óseos, visibles a través de las ventanas de vidrio. Los cráneos están organizados por edad y sexo, y muchos muestran los signos evidentes de las atrocidades que sufrieron.
El recorrido por el sitio comienza en un pequeño museo que ofrece una introducción a la historia de los Jemeres Rojos y su brutal régimen. Aquí, a través de fotografías, documentos y relatos personales, los visitantes obtienen una comprensión más profunda del contexto histórico y político que llevó a los horrores de Choeung Ek. Las exposiciones incluyen testimonios de sobrevivientes y detalles sobre la maquinaria de exterminio utilizada por el régimen. Al salir del museo, el visitante se encuentra con un camino que serpentea a través de los campos. El terreno está marcado por varias fosas comunes, algunas de las cuales todavía contienen restos humanos que han surgido a la superficie debido a la erosión y las lluvias. Los carteles informativos a lo largo del camino proporcionan detalles sobre el uso de estas fosas y las condiciones inhumanas en las que las víctimas fueron ejecutadas y enterradas.
Un aspecto particularmente impactante del recorrido es el "Árbol de los Bebés", un árbol contra el cual los soldados de los Jemeres Rojos golpeaban a los niños pequeños antes de arrojarlos a las fosas. Cerca de este árbol, una placa conmemorativa y numerosas pulseras coloridas dejadas por visitantes rinden homenaje a las víctimas más jóvenes de esta tragedia.
10. Distrito Financiero
El distrito financiero de Phnom Penh es una zona vibrante y dinámica que refleja el rápido crecimiento y la modernización del país. Este área se caracteriza por una mezcla de modernos rascacielos, oficinas de corporaciones multinacionales, bancos y sedes de importantes instituciones financieras. Al caminar por sus calles, se observa una actividad constante de profesionales que se dirigen a sus trabajos en elegantes edificios de cristal y acero, muchos de los cuales han sido construidos en los últimos años como parte del boom económico de la ciudad.
Cómo llegar en transporte público desde el aeropuerto de Phnom Penh al centro de la ciudad
Para llegar desde el aeropuerto de Phnom Penh al centro de la ciudad en transporte público, puedes tomar el autobús número 3, que opera entre el aeropuerto y el Mercado Central. La parada de autobús se encuentra justo fuera del área de llegadas del aeropuerto. Los autobuses son frecuentes, partiendo aproximadamente cada 20-30 minutos, y ofrecen una opción económica y relativamente cómoda para llegar al centro.
El trayecto en autobús desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad dura aproximadamente 45 minutos, dependiendo del tráfico, y el costo del billete es menor al euro. Alternativamente, puedes optar por tomar un taxi o un tuk-tuk para un viaje más rápido y directo, aunque a un costo mayor, que suele oscilar entre 10-12 euros y dura entre 30 y 40 minutos.
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